Competitivas, pesadas, frustradas, criticonas, histéricas, egoístas, con falta de empatía, intratables, envidiosas...
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Podían ser fáciles adjetivos para chistes centrados en suegras pero en esta ocasión son calificativos hacia otra denostada figura femenina, la "madre de artista".
Madre de Artista
SOS! Mi hija baila ballet,
por Mar Rodriguez
Esas tres palabras juntas: madre - de - artista son casi en sí una expresión peyorativa porque para la mayoría de la gente reflejan cierto comportamiento de las madres ante sus retoños en las clases extraescolares de ballet. Si preguntamos a muchas maestras nos confesaran que una de las cosas más difíciles de enseñar a niños es tratar con sus progenitores. Y a nuestro pesar, este proceder de “madre-de-artista” en muchos casos es una realidad, y lo hemos sufrido u observado de nuestras “colegas madres”. Es más, incluso ¿quién no conoce a alguna madre que reúne todos estos adjetivos? Entonces... es cierto y real pero, ¿seremos todas así? ¿Seremos capaces de huir de estos estereotipos que nos marcan a todas con letra escarlata?
Y es que decir que eres madre y que tu hija quiere ser bailarina, por encima de todo, desde que era muy pequeña, comentar que has decidido ayudarla en este sueño, acompañarla en este camino... es un acto valiente clasificado como de alto voltaje y que suele poner a la madre y a la hija en el disparadero. Sentirás e intuirás la losa de ser prejuzgada como una madre frustrada que quiere realizar sus sueños truncados sacrificando a su hija.
Sin embargo si preguntas a bailarines y bailarinas, a maestros y maestras de ballet muchos reconocen que les hubiera beneficiado un mayor apoyo de sus padres en este camino tan largo que suele empezar en la infancia.
Se dice que son las almas de los niños las que antes de nacer escogen a sus padres para venir al mundo. Siguiendo el honor y la responsabilidad de haber sido elegidos por nuestros hijos deberíamos comportarnos, intentando darles siempre las mejores oportunidades para desarrollar sus habilidades y talentos en un ambiente de confianza. Cuando ves las lágrimas de la niña ante la sola posibilidad de tener que renunciar a sus clases de ballet -" El ballet es mi vida y sin ballet me muero" o "si me quitas de ballet te suspendo en el colegio"- sabes que debes estar a su lado y que es un camino que ella recorrerá junto a ti o sin ti. La puedes acompañar o dejar sola. Lo hará ahora con tu apoyo o más adelante por su cuenta. Es lo que hay.
Somos madres de artistas porque nuestras hijas ya son artistas desde el momento que deciden que su vida debe estar ligada al Arte de la Danza, desde el momento que prefieren sus clases de ballet a jugar en el parque, desde que descubren que su Don es expresar y transmitir belleza y sentimientos con el movimiento de su cuerpo. Son artistas pequeñas, anónimas, desconocidas y que aun no saben que les depara el futuro, siempre caprichoso.
Realistas, sencillas, cómplices, comunicativas, motivadoras, cooperadoras y muuuy pacientes...
Deberían ser los adjetivos que nos acompañen y son nuestro reto como madres...¿madres de artistas? Pues sí.
Primero como el orden de las palabras indica somos MADRES. Madres de niñas que necesitan afectivamente saber que nuestro cariño no es proporcional a las medallas, triunfos, papeles o avances que realicen. Y luego como madres de ARTISTAS poder darles la oportunidad a través de sus profesores de una buena educación escénica y de ballet para desarrollar su personalidad correctamente. Esto les ayudará a canalizar una extra-sensibilidad que suele ir pareja a esa forma de ser. Debemos escuchar su ritmo y respetarlo al máximo, si necesita más o menos horas de ballet debe ir decidiéndolo ella.
Tal vez, simplificar las cosas nos ayudará a fijar unos objetivos claros: la prioridad es que aprenda y disfrute del ballet en su infancia...y nosotras de ellas como niñas :)
Ahora tenemos el privilegio de disfrutar de ellas, de esos bailes frente al espejo con un público de peluches, de ese ropero con zapatillas de ballet, maillots y tutús. Porque como yo, tenéis la fortuna de ser una de esas mujeres que han tenido la suerte de ser elegidas por sus hijas con alma de bailarina para ser su madre.
Y si quieres ser la madre que toda bailarina necesita, te invito a leer mi artículo de las Reglas de Oro Para Ser la Mamá Que Necesita Toda Bailarina.